¡Hola!
Hoy especialmente, me he animado a publicar en mi blog para celebrar que nuestros niños y niñas, que como unos campeones han estado en casa durante este confinamiento, ya pueden volver a sentir el sol y dusfrutar del aire libre.
Y lo hago con mucho cariño, con una sesión realizada como regalo para el Día de la Madre. Siempre me ha gustado capturar los lazos familares y las sesiones en exterior, para disfrutar al máximo de los espacios tan bonitos que tenemos en Barcelona y de la espontaneidad que muestran los más peques. ¡Está claro que se lo pasan bien y les gusta!. Pero…No son los únicos ;).
Siempre son sesiones especiales, pero hoy aún lo son más, y aún cobran mayor valor estas fotografías que representan un homenaje a nuestras familias. Hoy el sol sale para todos y lo hace especialmente con fuerza para cuidar de los más pequeñines de la casa.
He de confesar que siento melancolía. Añoro estar fotografiando estos momentos. Durante estos días me he puesto a recordar lo bien que me sientan las sesiones de fotos en familia. ¡Son terapéuticas! y un bálsamo de felicidad al ver a los más pequeños sonreir, jugar, correr, tirarse en el suelo, darle besitos y abrazos a las abuelas, a las mámás, papás… en fin, que se me saltan las lágrimas, para qué os voy a engañar.
Siempre os lo digo, y no me cansaré de decíroslo, que todas estas fotografías son auténticas, naturales, transparentes, llenas de amor y de afecto y dentro de muchos años nos reconfortarán y mantendrán latentes nuestros momentos vividos: las cosas más sencillas al final son las que nos hacen más felices.
Muchas gracias Mónica por este regalo que le hiciste a tu mamá en el Día de la Madre y mil gracias por elegirme a mi para capturar estos momentos familiares.


































